Widhún - Memorias de Idhún
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Jackob "Jack" Redfield es uno de los protagonistas de esta serie y miembro de la Tríada.

El primer libro, Memorias de Idhún I: La Resistencia, cuenta cómo Jack, después de quedar huérfano, se une a la Resistencia, a la que ya pertenecen la joven Victoria, el mago Shail y el príncipe Alsan de Vanissar (también Caballero de Nurgon), y el último incluyen a Jack que estará practicando en el arte de la lucha con espadas con la esparanza de poder derrotar a Kirtash. La misión principal de la Resistencia es, como revelan más tarde Shail y Alsan, encontrar a Lunnaris, el último unicornio, y a Yandrak, el último dragón, que son última esperanza de la salvación del mundo de Idhún, del que ambos proceden. Más tarde descubrirán que las almas del unicornio y del dragón residen en Victoria y Jack respectivamente.

Existe una profecía que cuenta como solo un unicornio y un dragón salvarán a Idhún y derrotarán al Séptimo. Por eso es tan importante llevar a Yandrak y a Lunnaris a Idhún, ya que Ashran, el Nigromante exterminó al resto de los de su raza hace años. Existe una segunda profecía, mantenida en secreto por muchos al ser considerada obra de El Séptimo dios. En esta se incluye un shek, criatura del Séptimo con la que este espera poder influenciar en el resultado de la profecía. Los tres juntos forman la Tríada, que da nombre al segundo libro de la trilogía.

El tercero en la profecía no es otro que Kirtash, asesino de refugiados idhunitas en la Tierra. Kirtash (o Christian, como se hace llamar mientras permanece entre humanos) es el hijo de Ashran, y también posee dos almas, una humana y una shek. Al igual que Jack, Kirtash siente algo por Victoria, aunque en un principio sean enemigos.

Jack se siente confuso sobre sus sentimientos por Victoria. Al principio se aleja de ella, aunque más tarde se da cuenta de que está enamorado de la joven. Sin embargo cree haberla perdido a manos de Kirtash, de quien Victoria parece estar enamorada. Más tarde Victoria se sincerará con Jack explicándole que aunque siente algo por el shek, tampoco él le es indiferente. Esta situación provocará intensos celos en el temperamental Jack, cuya inseguridad le hará dudar del amor de Victoria por él cada momento. Además, como dragón, Jack siente un odio irracional por todos los sheks, al que ellos corresponden de la misma forma. Cuando Kirtash traiciona a los suyos para unirse al unicornio, Jack se ve obligado a firmar una tregua; si bien no tolera al shek, por consideración hacia Victoria.

Memorias de Idhún II: Tríada[]

Otro suceso que inquieta a Jack es su incapacidad de transformarse en dragón, mientras que tanto Victoria como Kirtash pueden adoptar su verdadera forma. Esto le lleva a emprender un viaje, junto con Victoria, a la tierra de los dragones, en busca de respuestas sobre su poder. Consigue su objetivo y conoce a la joven Kimara, a quien Victoria entrega la magia y que decide unirse a la Resistencia.

Durante el tiempo que estuvieron separados, Kirtash ha estado fortaleciendo su alma shek para impedir que su parte humana, avivada por la compañía de Victoria, ahogue la fría alma shek, incompatible con los sentimientos. Cuando se reencuentra con Jack, quien al fin ha adoptado su forma de dragón, no logran contener su odio ni por la presencia de Victoria, y ambos se enzarzan en una pelea a muerte. Jack sale derrotado y cae por una profunda sima. Victoria nota que su vínculo con Jack se rompe, como si hubiera dejado de existir, y lo cree muerto.

[1]En realidad el dragón ha sido transportado al mundo de Umadhún, donde habita la raza shek. Su salvación es obra de Sheziss, madre de lo que fue Kirtash antes de que Zeshak entregara a su hijo a Ashran el Nigromante[2] para que creara un híbrido humano-shek. Sheziss odia a ambos por esta razón, y quiere valerse de Jack para conseguir su venganza. Mantiene cautivo y oculto a Jack hasta que este aprende a no dejarse dominar por su odio, el cual, le explica, es resultado de los deseos de sus respectivos dioses creadores de que sus criaturas luchen entre sí. Cuando Jack consigue controlarse, repitiéndose que en realidad no tiene razones para querer matar sheks, Sheziss lo deja marchar, y así Jack regresa a Idhún justo a tiempo de impedir que Victoria mate a Kirtash para vengar su muerte.

De nuevo los tres juntos, se dirigen a la fortaleza de Ashran para hacer cumplir la profecía y derrotarlo. El Nigromante logra capturar a Jack y a Christian, y obliga a Victoria a elegir a uno de los dos. Incapaz de hacerlo, se ofrece a sí misma, y Ashran le arrebata su cuerno de unicornio.

Memorias de Idhún III: Panteón[]

En el último libro de la serie, Memorias de Idhún III: Panteón, Victoria yace gravemente herida después de la pérdida de su cuerno, y Jack y Kirtash se ocupan de ella. El unicornio sobrevive, y el cuerno de Victoria comienza a crecer de nuevo. Esta situación pone a la chica en peligro de nuevo, y Christian la lleva a la Tierra para protegerla.

Mientras, Jack permanece en Idhún investigando unos extraños fenómenos naturales, que no son otros que los dioses de Idhún, que han decidido personificarse para acabar con el Séptimo en persona. El problema es que, al contrario que el Séptimo, que tras la desaparición de Ashran ha encontrado un nuevo recipiente en la maga feérica Gerde, el resto de dioses se han presentado en su forma original, como violentas formas de energía que amenazan con destruir Idhún sin apenas darse cuenta.

Asimismo, Jack acude a la llamada de Shail, quien ha logrado encontrar al príncipe Alsan, desaparecido después de creer a Jack muerto. Alsan, que poseído por su naturaleza animal mató a su hermano, se niega a regresar a su reino. Oportunamente aparece Gaedalu, que le entrega a Alsan un objeto realizado con una misteriosa piedra negra que tiene la capacidad de mantener bajo control su parte animal, y así el príncipe acepta volver con la Resistencia. Sin embargo la piedra parece tener sobre él más efectos, convirtiéndolo en una persona completamente intransigente hasta el punto de llegar a dudar de la lealtad de Victoria por el amor que esta le profesa a Kirtash. Alsan, que fue el maestro de Jack y un gran amigo para él, tiene una fuerte influencia sobre el dragón, y logra que sus celos se aviven una vez más.

Victoria descubre que está embarazada, aunque desconoce quién es el padre de su hijo, ya que ha tenido relaciones tanto con Jack como con Christian. Aquellos entre la Resistencia que odian a Christian logran incapacitar el alma shek de Kirtash usando la misma piedra que lleva Alsan, y que constituyó la prisión del Séptimo. Victoria escapa con él para buscar un medio de salvarle la vida, mientras que Jack le da la espalda sintiendo que la chica ha elegido al shek por encima suyo. Finalmente Victoria logra liberar a Christian del material que lo está matando.


Jack se arrepiente dolorosamente del trato que le ha dispensado a Victoria. Christian le sorprende dándole una charla sobre su carácter inmaduro, ofreciéndole una última oportunidad de estar junto a Victoria, pero siendo consciente de que la chica les quiere y necesita a los dos.[3]Kirtash le insta a pensárselo bien antes de volver con ella, porque si vuelve a suceder algo parecido a esta última discusión, no dudará en liberar su odio y matar al dragón. Jack y Victoria se reconcilian, y los tres se ocultan en una apartada región de Idhún para escapar de aquellos que no comprenden la naturaleza de su relación. El shek pasa largos periodos de tiempo fuera del hogar, debido a su necesidad de no volverse excesivamente humano, mientras que Jack permanece siempre junto a Victoria. Cuando son finalmente descubiertos, deciden regresar a la Tierra junto con sus hijos, ya que a los que vivían en Idhún no les importaba que Erik (el hijo de Jack y Victoria) viviera, pero no podían soportar que la nieta de Ashran (Lune/Eva) viviese, por lo que iban tras ella. Antes de irse a la Tierra, donde podían vivir tanto en el estudio de Christian como en la mansión de la abuela de Victoria, ésta le da el cuerno que le había arrebatado Ashran, cuando se había entregado, por Jack y Christian, para que así Shail siguiera dando el don de la magia a aquellos que él creía capaces para ello..

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